
Por Salvador Echeagaray, académico de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG)
Sí está bien el título, estimado lector. No quise decir “Si hay amor”, sino, Inteligencia artificial (IA ) y amor.
Pues, en esta era digital, donde la tecnología avanza a pasos agigantados, el amor no ha quedado exento de su influencia.
La llegada de la IA y los robots conversacionales han transformado la manera en que entendemos y experimentamos las relaciones.
Así que, exploremos cómo es el amor en esta época y cómo lo juzga la filosofía realista.
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La Transformación de las Relaciones
Con la proliferación de robots conversacionales y asistentes virtuales, la interacción humana ha encontrado nuevos canales.
Estos robots no solo realizan tareas cotidianas, sino que también ofrecen compañía y empatía, creando conexiones emocionales con los usuarios.
Los chatbots, diseñados para comprender y responder con un alto grado de precisión, pueden generar una sensación de intimidad y apoyo emocional que antes solo se encontraba en relaciones humanas.
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La Filosofía Realista y el Amor Artificial
La filosofía realista, que busca comprender la realidad de manera objetiva, ofrece una perspectiva crítica sobre el amor en la era de la IA.
Desde este punto de vista, las relaciones con robots conversacionales pueden ser vistas como ilusorias.
Aunque los robots pueden imitar comportamientos humanos y proporcionar respuestas emotivas, carecen de verdaderas emociones y consciencia.
La filosofía realista argumenta que el amor genuino requiere una conexión entre seres con experiencia consciente y subjetiva, algo que la IA no posee.
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Desafíos y Oportunidades