
El estrés cumple una función vital: impulsarnos a actuar para resolver situaciones y alcanzar metas; sin embargo, se vuelve patológico cuando supera nuestra capacidad de respuesta y afecta nuestro bienestar
Por la Mtra. Atziri Arroyo Ruiz, Académica de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG)
Últimamente en los medios de comunicación ha sido un tema muy en boga: la vida moderna ha moldeado que vivamos de manera acelerada con múltiples ocupaciones y pensando constantemente en lo que sigue por hacer, y lo más normal es que nuestro sistema nervioso reaccione a ello, de hecho, es el que sustenta el mecanismo que nos permite llevar estos procesos.
Sin embargo, este estado de forma sostenida ha traído múltiples consecuencias negativas que llegan a tener impacto incluso en la salud pública, muchas veces sin que se tome en cuenta de dónde vienen.
¿Qué es el estrés?
Es importante que comprendamos que el estrés de inicio no es malo. De hecho, es un mecanismo natural de nuestro sistema nervioso que busca activarnos para darnos el impulso de levantarnos y llevar a cabo nuestras actividades del día. En un ejemplo burdo, si no nos preocupara tener calor o frío, no generaríamos tan espontáneamente la conducta de protegernos del clima.
Así, si no nos preocupara llegar a fin de mes, sería un poco más complicado tener el impulso de salir a trabajar. O cuando tenemos muchos pendientes o tenemos a personas que dependen de nosotros, hemos de tener cierto impulso a la acción.
¿Cómo afecta el estrés a la salud?
Pues esa es la razón de ser del estrés, impulsarnos a resolver o modificar situaciones para sobrevivir, alcanzar objetivos, satisfacer necesidades o mejorar nuestro estado. Entonces, ¿cuándo el estrés se vuelve patológico? Lo podría resumir de la siguiente forma:
-
Cuando interfiere la evaluación que cada uno hacemos sobre el bienestar de nuestra vida
-
Cuando no nos permite cumplir con nuestra rutina o interfiere negativamente en nuestras actividades de la vida diaria
-
Cuando tiene consecuencias físicas
-
Cuando nos roba demasiado tiempo y atención