Por Shantal Ulloa
No hay nada más placentero que entrar al cine, poner play o darle clikc a una película que ya viste un millón de veces pero que no puedes evitar verla porque cada vez que la reproduces te recuerda a la primera ocasión que te dejaste arrastrar por esa sensación. Las películas de culto son mal referenciadas por ser ganadoras de múltiples premios y las ovaciones de grandes críticos cinematográficos (No en todas), pero las películas de culto son más que eso, pueden ser odiadas o aclamadas por ciertos sectores del público, se ganan ese título por tocar fibras sensibles de las personas que desde una butaca de un cine o desde su casa pueden admirarla.
Según su concepto una película de culto se refiere a cualquier tipo de producción cinematográfica que ha adquirido alguna clase de culto popular, ya sea por su formato, su producción, su trama o su significado histórico, considero que las películas de culto no deben ser encasilladas a un solo género y mucho menos a un cierto sector del público, para mi deben ser más que una gran técnica de producción o un reparto ganador del Oscar, tiene que tener una gran historia y dentro de ella un trasfondo que te haga mover las fibras más pequeñas del comportamiento humano, deben hacerte reflexionar y reconsiderar tu vida de tal manera que cambie la perspectiva de lo que vez; es como aquella película “Requiem por un sueño” (Darren Aronofsky, 2000) me acuerdo que cuando la vi me sentí de una manera muy peculiar… saber que día con día nosotros hacemos cosas repetidamente por querer buscar nuestra felicidad pero ¿A qué precio?, ¿Somos esclavos de nuestros propios sueños?, cuando nos damos cuenta que ya no son los sueños nuestras únicas metas por que convierten en una serie de sub-planes y al verse interrumpido se crea un efecto mariposa en donde una decisión por muy pequeña que sea puede alterar el curso de nuestras vidas. Eso mismo es lo que busca el cine de culto, lo que busca es incomodarte, dañarte, alegrarte hacerte sentir triste y hasta vacío, pero sobre todo lo que busca es hacerte mover esos sentimientos que no creías que tenías… es como cuando entras a ver una película de “Misión Imposible” (Brian De Palma, 1996) y cuando sales de la sala te hace sentir como el mejor agente y de manera sorpresiva puedes desactivar bombas, disparar armas y salvar a la chica del villano.
Las películas son como los perfumes ya que estos están compuestos de tres notas la primera es la nota de salida es el primer contacto que tiene el perfume la primera impresión que te forjas y en una película el clásico “Ya sé de qué tratará”, la segunda nota es el corazón se hacen percibir según las características de la piel en el caso de una película es el desenvolvimiento del trama y por último la nota de base se perciben al final porque es la evaporación del perfume con la piel y dependiendo de eso sale el carácter del perfume y en el caso de una película es lo que determina si el espectador se siente estremecer por la misma. Sí bien es cierto que las películas son una de las artes más exquisitas, hay que valorar también que cumplen con un propósito y eso queridos lectores determina el cine de culto.
Por ultimo les dejo mis recomendaciones de cine de culto en forma de fragancias para no perder la analogía:
