Marco Mena y la continuidad marianista anti tlaxcalteca – Enrique Gasga

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Marco Mena-Alternativa-gobierno al estilo de su jefe MGZ

Autor: Enrique Gasga

Para el priista Marco A. Mena Rodríguez en estos meses previos a que inicie con la administración del gobierno estatal inevitablemente se le presenta la disyuntiva de continuar con la política y forma de gobierno al estilo de su jefe el gobernador Mariano González Zarur con todo y lo que ha implicado para el actual gobierno obtener números rojos en casi todos los rubros necesarios para generar desarrollo para la entidad, pero que en política le permitió ganar la gubernatura; o crear un estilo de gobierno propio.

Hasta el momento obviamente se ha visto poco; pero tanto en el discurso de Mena Rodríguez como en algunos movimientos políticos si se observa una especie de continuidad, hasta este momento, de la política marianista de incidir impositivamente en la vida interna de los partidos de oposición a través de grupos y personajes específicos que se han prestado –o vendieron la causa-, y de cero negociación con la oposición real (por así decirlo).

Mena Rodríguez ha referido por una parte que tendrá un gobierno incluyente; pero aclara porque tuvieron una “gran cantidad” de liderazgos que respaldaron su proyecto; es decir, será incluyente, pero sólo con determinados liderazgos que apoyaron su campaña, y de seguir con la política marianista seguramente tendrá un gobierno distanciado de la oposición como el que ha habido en el presente sexenio.

Hace unos días el ex dirigente estatal perredista, Luis Roberto Macías Layle destapó ya la estrategia priista en la que a través de su persona se buscará crear un frente perredista de apoyo al gobierno priista de Marco Mena, y seguramente tener como actualmente lo ha tenido Mariano González una parte de diputados del sol azteca votando a favor de lo que mejor le ha convenido.

Es así como el PRD quedó dividido en el presente sexenio, y como diputados del PAN y de otros partidos de oposición votaron en reiteradas ocasiones iniciativas marianistas que poco, o nada beneficiaron a los tlaxcaltecas; pero que lograron exacerbar el divisionismo al interior de estos partidos con el desenlace que ya se conoce.

En lo referente a la administración de los recursos públicos todos conocemos el fracaso de las políticas marianistas que han generado alrededor de cincuenta mil pobres más en el estado; han alejado la Inversión Extranjera Directa (IED) de la entidad; han mantenido el desempleo, y los pocos empleos generados son mal pagados; han impactado negativamente al campo, y los empresarios tlaxcaltecas han sido relegados, entre otras linduras del marianismo que se han traducido en un retroceso en varios rubros para la entidad.

En este sentido de continuar Marco Mena con la política marianista -que seguramente no le costará mucho-; ya que si checamos su cargo inmediato anterior que fue el de diputado local, su paso por el Congreso del Estado fue con mucha pena y sin gloria, pues prácticamente no tuvo ninguna productividad en cuanto a iniciativas, y más bien fue conocido por obstruir las iniciativas que conllevaban el apoyo de programas sociales.

Sin embargo, hoy Marco Mena tiene la disyuntiva de ser un gobernador que revierta los errores y excesos de su jefe, o se conforme con seguir siendo parte de una política anti Tlaxcala; que no ha hecho sino afectar a miles de familias a las que prácticamente se les ha cercenado la posibilidad de tener, ya no digamos una vida digna; sino al menos de garantizarles un empleo estable al jefe de familia, el alimento, vestido y una mejor educación para los niños y los jóvenes, y para los adultos mayores mejores condiciones de vida y un apoyo real para todos en lugar de golpes y maltrato.

Esperemos que ese mejor futuro que pregonó en su campaña Mena Rodríguez sea de verdad para todos los tlaxcaltecas, y no sólo para la minoría que ha mal gobernado la entidad sólo con verborrea y más verborrea, y que no ha beneficiado, sino a una camarilla de priistas que han ostentado el poder por el poder mismo, y han dejado al Tlaxcala que les da de comer y paga sus lujos a la deriva.