
Con una gran recepción internacional, la nueva cinta del realizador mexicano Hari Sama rescata del olvido una de las escenas musicales y culturales más intensas que hayan existido en la Ciudad de México .
Ampliamente aclamada durante su estreno mundial en el Festival de Cine de Sundance 2019 y catalogada por Los Angeles Times como “Sangre, sexo y artede los 80”, la cinta llegará a salas nacionales el próximo 12 de diciembre bajo el sello de Cinépolis Distribución.
Cuenta con la participación de Ximena Romo, Xabiani Ponce de León, José Antonio Toledano y Marina de Tavira, actriz mexicana recientemente nominada al Oscar por su papel en Roma.
Un mundo frenético y agreste donde la juventud lucha por transgredirlo todo, desde los paradigmas artísticos hasta los roles sexuales, es lo que puede verse en Esto no es Berlín (2019), la nueva película del director mexicano Hari Sama en la que se retrata un lado poco conocido de la Ciudad de México: el del underground de los años ochenta. Un ambiente punk donde las drogas sintéticas corren a caudales y el SIDA es el principal verdugo de los jóvenes.
Ubicada en la Ciudad de México en 1986, la cinta cuenta la historia de Carlos (Xabiani Ponce de León) y Gera (José Antonio Toledano), dos estudiantes de preparatoria privada que se sumergen en esta escena casi clandestina, donde el punk es más que un género musical: es una actitud ante la vida. De esta forma, ambos comienzan la búsqueda de sus identidades en una atmósfera caótica en la que todo está permitido, lo cual pone a prueba su amistad en más de una ocasión.
Y es que mientras la mayoría de la sociedad mexicana recibía con alegría el Mundial de Futbol, un grupo de jóvenes quería mostrar su inconformidad con la autoridad a través de expresiones culturales que no fueron del todo entendidas en su tiempo: conciertos ilegales de post punk, instalaciones de arte contemporáneo, performances violentos y representaciones escénicas eróticas y provocadoras. Un entorno que, si bien ya era bastante popular en ciudades europeas como Berlín, en México no acababa por cristalizarse.
“A mi me tocó vivir eso en los ochenta. En ese momento coincidieron dos cosas: crecer en una familia parecida a la que se ve en la película, donde tuvimos un momento difícil creciendo y, por otro lado, haber coincidido con este grupo de artistas locos maravillosos en un momento histórico mexicano muy peculiar. Los ochenta en México sí fueron un momento muy particular donde coincidimos personas que estábamos buscando una manera de hacer arte, de hacer música, poesía, qué sé yo, todo esto en un México donde todo estaba prohibido. Tuvo que suceder todo eso en la más absoluta clandestinidad”, dijo el realizador en una entrevista con el sitio web del Festival Internacional de Cine de Morelia. “Comparado con lo ocurrido en España con la famosísima ‘Movida Madrileña’, que tuvo mucho espacio para suceder, nosotros no tuvimos tanto espacio”, agregó.