
Dos candidatos, muchos seguidores incondicionles por los dos bandos, un Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET) preocupado, un Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) ineficaz, un gobernador con ganas de seguir en el poder y todo el pueblo tlaxcalteca con dudas. Alex Nava
Sin ganas de subir o bajar alguna posición dentro de las preferencias electorales, estos próximos días serán cruciales, por una parte la ciudadanía estará observando al Tribunal Electoral del Estado para decidir donde quedó el voto de los ciudadanos de Tlaxcala, y por otra parte, los guerreros incondicionales de ambos bandos esperan a ver como atacar en la guerra mediática, dependiendo del veredicto.
El presidente del TET, Hugo Morales Alanís es ahora uno de los principales actores que no duerme, ya que no la tiene tan fácil; su determinación con hechos y con todas las pruebas que ofrecieron los Lorenistas, tiene que dar un veredicto (y no estoy afirmando en favor o en contra), porque en todo caso, puede hacer una justificación y presentar una incapacidad judicial o falta de documentales, para poder determinar si la elección fue valida o no, y en ese caso, enviarla al Tribunal Federal, que es lo más seguro.
De ser como Poncio Pilatos, y tener una “incapacidad”, los magistrados locales tendrán que aguantar las piedras, insultos y demás injurias en su contra por no determinar la invalides de la elección, en redes sociales, los lorenistas le sacaran todos sus trapitos al sol a los magistrados y cabizbajos solo se lavaran las manos.
Ya estando en el Tribunal Federal, las cosas cambian radicalmente, si bien es cierto que la imparcialidad de los magistrados federales en más congruente, la cúpula priista no dejará que los magistrados determinen la anulación de la elección por dos cosas muy importantes.
Una de ellas es que el próximo año se viene la elección a presidente de la república, cosa que se ve muy serio para los priistas, ya que ahora que perdió varios estados del país en contra de las alianzas que realizaron el PRD y el PAN, no dejaran que la elección de Tlaxcala se vaya a la segunda vuelta, porque hay posibilidades que la pierdan.
Ahí, harán la cargada con el presidente o con el secretario de gobierno, para hablar con los magistrados y establecer criterios para que validen la elección en Tlaxcala, ¿cómo? Puede ser que las fiestas decembrinas del 2016 no falte nada en los hogares de algunos magistrados y fluya una abundancia extrema.
Y la segunda ¿Qué significa para el PRI que no gane Tlaxcala?, bueno en primera que los proyectos que tenían para consolidar el partido para dos sexenios más se venga abajo, su afianzamiento va en el sentido gubernamental que dará resultados, con más ciudadanos conformes con los diversos programas y proyectos federales y estatales respectivamente; y por el otro, en el sentido partidista, posicionando al siguientes candidatos para su continuación que en este caso serían Anabel Ávalos o Ricardo García Portilla. Es decir, no habrá dinero para nadie.
Los que no podemos pasar por alto, son las ineficaces acciones que realizó el ITE, y que los lorenistas con justa razón declararon, sin embargo, el populismo en extremo y llevarlo al sentimiento LopezObradorista tampoco es bueno para los seguidores de Cuellar Cisneros, ahora solo queda esperar, y ver que el Tribunal Federal dictamine si hay o no nuevas elecciones, mientras, la moneda sigue en el aire.
Soy @AlexNavaMX y esto fue #CríaCuervos.