Flores de la abundancia, resultado de la pobreza en #México

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“Al ver que funcionaba con otras mujeres y que recibían dinero, acepté entrar y en verdad me apoyaron y logre duplicar mi dinero hasta 7 veces”: Verónica.

“Cuando me enteré de cómo funcionaba, acepté y di mi dinero de buena fe, ya pasaron tres meses y nadie me regresa mi dinero, esto es un fraude”: Soledad.

Dos testimonios diferentes, vidas diferentes y que derivan de las famosas flores de la abundancia. En Tlaxcala así como en otros estados de la república mexicana, se encuentra esta modalidad en forma piramidal para ganar dinero sin esfuerzo.

Según el INEGI en el estado de Tlaxcala hay más de 1 millón 272 mil habitantes, 658 mil 282 son féminas, de esa cantidad el 20 por ciento es rural y el 80 es urbana, justificamos que los nombres de los testimonios señalados arriba (los cuales marcaremos como seudónimos, para proteger su identidad y porque así lo solicitaron), Verónica pertenece a la población urbana y Soledad al rural.

La historia de Verónica al encontrarse con la invitación a ser parte de las estrategias de hacer crecer una flor, fue de suspicacia, nos comenta que al principio acudió a una reunión donde se enteró de cómo funciona y cuando recibiría su dinero de vuelta y aumentado, “No solo fui con el escepticismo sino que estaba decidida a no dar ni un centavo”, afirma que al término de la reunión, la cordialidad y los testimonios de la gente que ya había recibido sus “regalos”, la conmocionó, a tal grado que se dio a la tarea de seguir investigando.

“Muchas personas me comentaban que era fraude, que algunas ya se habían metido pero no les funcionó, y la gran mayoría me comentaba que no me metiera en eso”, Verónica no se dio por vencida y siguió acudiendo a las reuniones y cada vez se daba cuenta de era real y de cómo recibían dinero.

La posición económica de Verónica no es mala, se puede decir que es media alta, ella en conjunto con su esposo, tienen un trabajo que si bien no es de base, su economía es estable y sin problemas, solo que la posibilidad de hacerse de una casa propia era imposible, sueño que querían realizar desde hace muchos años, el no tener más preocupaciones y obtener dinero suficiente para poner un negocio, era nulo, y con ello, darle a sus hijos la mejor vida posible.

¿Por qué no acudieron a los diferentes programas gubernamentales? La respuesta, fue que su posición social no los dejaba entrar en proyectos productivos, como pare el campo o micro créditos, “Nos dicen que no lo necesitámos”, responde Verónica; y que en otros programas, hace aproximadamente 4 años su esposo lo hiso, “Pero beneficiaron a unos extranjeros que disque venían a implementar algo de tecnología a su empresa, creo que eran alemanes”.

Ante ese impedimento y determinación por parte de las autoridades, Verónica con todo y sus dudas, accedió a ser un “fuego” de la flor y ofreció su regaló, ahora ya se encontraba inmersa en una situación que no quería verse, ya solo faltaba que ingresará a dos compañeras para que comenzara a “fluir” su flor y en unas dos o tres semanas tuviera 192 mil pesos, con solo invertir 24 mil.

Al paso de las semanas Verónica se dio cuenta que las reuniones no solo eran para conocer y tratar de convencer (como lo hicieron con ella), a más personas para que ingresen y ofrezcan su dinero para poder duplicarse, sino también aprendió a ver y apreciar la vida por la filosofía que se lleva alrededor de todo y de todos, o como ellas la llaman “El Telar”; la buena vibra, el pensamiento positivo y todo lo que se pueda enfocar en tener perspectivas buenas y poder ofrecerlas a su vida cotidiana, las llevan de la mano para darse apoyo y no decaer en lo anímico, y muy por el contrario, encuentran similitudes y ayuda mutua.

Y en efecto, Verónica cambió su forma de ver el mundo, cambió su perspectiva de vida, su familia se sentía más unida y con menos problemas, radiaba la felicidad y más aún cuando recibió su dinero, eran 192 mil pesos, y se interesó mucho más, “Ahí nos comentaron que teníamos la posibilidad de –reciclarnos- es decir que podíamos recibir tres veces más esa cantidad”. Resultado, al cabo de unos meses, Verónica tendría 576 mil pesos, cantidad nada despreciable si inviertes 72 mil pesos, es decir 24 mil pesos tres veces.

Hoy Verónica se siente muy bien ya que afirma y jura que es verdad, que ayudó a su familia en la reconstrucción nuclear, encontró más estabilidad económica, sin embargo ahora se enteró que su pirámide ha colapsado, porque ya no hay gente que quiera dar su dinero, porque la gente se ha ido a entregar dinero a otros telares, desde Zacatelco hasta Apizaco, y ahora en la capital, “ya no hay gente que quiera entrar”.

“Yo como ya recibí, me siento bien, pero las que están atrás de mí tienen ese problema porque no metieron a sus dos mujeres, yo ya recibí y ahora me voy, ya no es mi problema”, nos dice tajantemente.

Verónica deja su telar y se ha enterado que hay otro en Apizaco y piensa irse para allá, ella sabe de ante mano, que puede conseguir más dinero, sin embargo ahora deja atrás un “telar” destruido y a la deriva.

Caso parecido es el de Soledad, mujer de casi 40 años, con cuatro hijos que atender y un marido irresponsable y que solo ve para sí mismo, la comadre de Soledad la invitó a las flores de la abundancia, ella sin dudarlo va y en la primera reunión acepta unirse al grupo y pide que la esperen a que junte el dinero, “Una semana” le dicen.

Así el caminar y el pedir prestado para juntar la cantidad de 10 mil pesos, se hace penoso, de casa en casa y con cada familiar que tiene, va pidiendo prestado de mil, de 500 pesos, “Hasta 100 pesos le pedí a la señora de las tortillas”; comenta que fue a Coppel a ver si le prestaban pero como su marido debía desde hace 7 años un televisor no le dieron ayuda, al contrario, “Me reclamaron y hasta casi me obligan ahí de hacer un pago… Tan bien locos les dije, y que me salgo corriendo”

En el municipio de Lázaro Cárdenas, estado de Tlaxcala no hay casi nada, la mayor parte de la economía se debe al campo, “Los jóvenes ya no quiere trabajar, ahora quieren irse a trabajar a la capital o irse a otro lado, aquí ya está difícil”, nos comenta Don Justino que tiene una pequeña tienda de abarrotes y que se mantiene gracias a sus hijos.

Soledad, en su interminable vía crucis, logra conseguir su dinero, “Ya le debo hasta al diablo” pero sigue con la esperanza de poder tener 80 mil pesos, cantidad que la sacaría de sus problemas económicos, “Y así ya no le pido nada a ese cabrón que nada más se la pasa tomando y mal gastando el dinero”.

Llega el día y dona su dinero a otra gente que no es del pueblo ni del municipio, “Tal parece que era de Apizaco” nos comenta, se realiza el “ritual” y Soledad acaba nuevamente sin nada, ya tiene a sus dos personas que la respaldan y que también otorgarán sus regalos, ella las motivó y ahora les tocará convencer a otras dos mujeres para que siga fluyendo la flor.

Después de tres semanas y de varias reuniones, se da cuenta que su “telar” se ha colapsado, algunas no fueron a dejar su dinero, algunas más se salieron y demandan regresar su dinero; una de las organizadoras trata de arreglarlo pero muchas ya no quieren. Soledad en su desesperación también pide que le devuelvan su dinero, pero ya es tarde, nadie le responde, y con lágrimas en los ojos afirma, “regalé mi dinero, ¿Ahora qué voy a hacer?”.

Pero ¿Por qué colapsó y fueron defraudadas tantas mujeres y el de Esperanza no? “Hay diferentes circunstancias”, nos dice una de las organizadoras, pero un problema en especial y el más importante, es que se trata de dinero, “Si no hay dinero, no va a fluir adecuadamente, si todas tienen dinero y hay mujeres que dotan de ese dinero, fluirá adecuadamente; y otra cosa que influye mucho, es la responsabilidad, no tienes por qué salir, se te dice desde el principio que así es, y para que funcione, todas deben colaborar, aquí no hay fraude, hay irresponsabilidad”

Algunos especialistas en el tema legal afirman que el fraude está a la vista y “es responsabilidad del estado tener una estabilidad social, y no tenerla”, nos comenta, por eso “suceden este tipo de cosas”.

La desesperanza lleva al ser humano a ser más incrédulo y al mismo tiempo querer una salida fácil y sin esfuerzos.

Hablamos del tema con el Dr. Osvaldo Ramírez Ortiz, quien se desempeña como director de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Criminología de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, (UAT), y nos confirma que el tema puede estar tipificado como delito en el ámbito de fraude, y que si bien es difícil establecer las documentales (ya que no se firma ningún documento, o se establece un contrato en forma), no deja de ser un fraude.

“Son figuras de orden patrimonial que surgen en España, y que ahora en nuestro país son una realidad, en Tlaxcala existen estos procesos piramidales con los cuales hay personas que tratan de envolver a otras personas con la promesa de hacer la entrega de un beneficio al término de éste ejercicio y yo lo que veo aquí es un fraude, a nivel penal es un fraude, mediante el cual, se obtiene un beneficio mediante el aprovechamiento y el engaño”.

Nos comenta que no hay una participación de entidades financieras, o alguna entidad bancaria, por lo que la gente no acude a la CONDUSEF, “La institución se deslinda, ya que no hay participación de ninguna entidad de crédito”, refiere el especialista.

Prevención y socialización es el tema del estado mexicano y de las entidades federativas deben de llevar a cabo en todos los rubros de la sociedad, y que se establece en la constitución, dónde el estado debe garantizar una estabilidad económica.

La situación es caótica en algunos casos, como el asunto de Soledad quien hasta éste momento no ha recibido su dinero de vuelta, sin embargo se ha interesado más por recuperar su dinero, que ahora se ha dedicado a crear “telares”, hace reuniones en conjunto con algunas personas en su casa y en la de algunas vecinas, ha gastado más de la cuenta, pero solo trata de recuperar su dinero sin ganar nada, “Solo me interesa recuperar mi dinero para poder devolverlo, ya no quiero nada”, nos dice con angustia y desesperanza, con la tristeza reflejada en su cara y una preocupación por devolver lo que pidió.

Nos afirma el Dr. Osvaldo que el gran problema que hay en nuestro país es la economía, “Uno de los factores principales de criminalidad en nuestro país, es la falta de oportunidades, y es la economía el principal factor de preocupación, y que genera que la gente, busque otras opciones, y en éste caso, hacerse de dinero fácil y rápido”.

Hoy el estado mexicano no está haciendo nada en relación al tema, los problemas son más serios abarcando lo social, la desunión de las familias en algunos casos, la bancarrota en otros y hasta la afectación a la salud, son resultado de estar mal informado y tener más recursos económicos.

La tipificación legal para éste tipo de prácticas, no se encuentra establecida, ya que hasta éste momento si bien hay denuncias en la Procuraduría del Estado, no hay sentencias bajo el delito de fraude, ya que la donación del dinero es por “buena voluntad” y no se firma ningún documento que fortalezca la demanda, y solo hasta que los legisladores nacionales o locales, realicen una reforma o modificación al código penal, será que los jueces podrán determinar las sentencias legales correspondientes y en todo caso añadirlas al nuevo sistema de justicia penal.

El director de la facultad de derecho, afirma que si bien es cierto que hay programas en el ámbito de la prevención, en el empleo y otros rubro sociales para que la gente tenga más oportunidades, a veces la salida fácil y no encontrar los caminos adecuados nos lleva a una desesperanza, “La población se deja llevar por éste tipo de problemas, ahí es donde entra el crimen organizado y ataca principalmente a los jóvenes, que es otro sector vulnerable; los utiliza de diferentes maneras y les resulta interesante porque les provee de manera rápida y fácil, y es ahí donde volvemos a confirmar que el estado no les da las suficientes herramientas para no entrar a éste ámbito delictivo”.

Mientras las condiciones económicas no estén al alcance de la población, y el estado mexicano no refuerce la economía con buenos salarios, la gente como Soledad y como Verónica, volverán a ser practicantes de estos sistemas, hoy son las flores de la abundancia, los telares y otros nombres, en un futuro, nos encontraremos con más y mejores formas de evadir al sistema y de tener más dinero a costa de los demás.

Y esa afirmación, es porque las instituciones de gobierno, no ven la necesidad de la gente, ¿es suficiente el dinero, cuando suben el gas, la luz y la gasolina? ¿Es suficiente su salario, ahora que hay posibilidades de incrementar el pasaje al transporte público aquí en el estado de Tlaxcala? Nuevamente se visualiza un incremento a la canasta básica, ¿Usted vive bien con la compra de una canasta básica?

La culpa es de todos, por no querer (en lo individual) y no poder (del estado mexicano), dotar de nuevos empleos bien remunerados, de no avanzar en oportunidades para los micro y medianos empresarios, donde los créditos son para un círculo de gentes cercanas al gobierno, o que vienen del extranjero a explotar al trabajador, o que reparten dádivas al caer los recursos, o si no perteneces al primer círculo de influyentes, no puedes lograr nada… desafortunadamente así es nuestro México, y así es nuestro Tlaxcala.