
Por: Abril Ramírez
Cómo todos los días, los mexicanos se preparaban para llevar su día a día, sin embargo, se desataría caos, dolor, incertidumbre, miedo, desesperación, duda y más, así es como un 27 de febrero del 2020 se registró en México el primer caso de COVID-19.
Así fue como la Organización Mundial de Salud (OMS) dio a conocer que era una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2, la cual provocaba algunos síntomas como: fiebre, tos, cansancio, pérdida del gusto y olfato, diarrea, dolor de cabeza y garganta, ojos irritados y algunos de los más graves: dificultad para respirar, falta de aire, pérdida del habla y la movilidad, confusión y dolor en el pecho.
¿Cómo se vivió está enfermedad en Tlaxcala?
Florencia Sánchez, ciudadana de 46 años, estuvo contagiada de este virus, esto a mediados del año 2021, quién empezó con algunos síntomas como dolor de espalda y huesos, fiebre, mucho sueño, entre otros.
La prueba que se realizó fue la de antígeno, y después de que saliera positiva se encontró en reposo durante 20 días, al cuestionarle sobre su enfermedad, ella comentó.
“Hay días que te vas sintiendo un poquito mejor, pero hay días como que sientes que vas empeorando”.
Su tratamiento consistió en antibióticos y medicamentos para abrir bronquios y pulmones, además de otro para la regeneración celular. Después de un tiempo Florencia se recuperó, pero no del todo.
La enfermedad le dejo secuelas, como dolor de espalda y pecho, así como problemas para respirar cuando caminaba cierto tiempo, “a nivel cerebral se te olvidan más las cosas”, lo comenta con pesar, pues al recordar se pone triste y deprimida.
Sin embargo, no todos los casos son iguales. Erik Salas de 28 años y estudiante de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), son compartió su experiencia de que a partir del inicio de la pandemia hasta ahorita, se ha contagiado 3 veces.
Al preguntarle sobre sus síntomas comentó, “fue interesante, porque creó que fueron diferentes variantes, entonces se comportó de manera diferente”.
Los síntomas de su primer contagió fueron: temperatura casi llegando a los 40 grados, dolor de cabeza y un dolor muy extraño de pecho. La segunda ocasión, fue un poco más grave, además de tener mucho cansancio, dolor de cabeza, sentir una gripe muy fuerte y de quedarse dormido sin que se diera cuenta, sus pulmones fueron afectados, ya que le costaba respirar de tan solo caminar de su cama al sanitario o de pararse de su cama.
La tercera ocasión fue la más grave, pues tuvo una gran gripe, flujo nasal, ardor en los ojos, dolor de garganta, cuerpo y de pulmones, por lo que su oxigenación bajo a 85 y requirió de oxígeno e incluso fue afectado psicológicamente, pues llegaba el momento donde su mente se perdía totalmente.
En las tres ocasiones de su contagió, nos cuenta Erik, llegó a realizase las pruebas de antígenos y de sangre, solo que sus dos primeros reposos fueron de 10 días y el tercero de tan solo una semana.
Comentó que durante esos lapsos se sintió “terrible, realmente no se lo deseo a alguien, porque sobre todo la incertidumbre de saber qué puede pasar si es muy complicada, pero si la pasé muy, muy, mal”.