Una generación sucede a la otra, y cada una repite los actos de la anterior. Solo un instante antes de morir descubren que era posible soñar y dibujar el mundo a su manera, para luego despertar y empezar un dibujo diferente. Elena Garro
La muerte no siempre nos lleva al olvido. No sólo nos convierte en cadáveres, también nos otorga la posibilidad de trascender en el imaginario con mayor fuerza a la de la presente vida. Elena Garro lo ha descubierto desde el umbral de la nada. A 100 años de su nacimiento, la narradora, poeta y periodista, ha sido evocada a lo largo de este 2016 a través de distintos homenajes.
El 20 de marzo del presente año, la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) inició los homenajes a Garro con una lectura dramatizada de su obra Los días petrificados, en la cual participaron actrices como Angélica Aragón. Esta lectura fue dirigida por el dramaturgo Miguel Sabido y fue presentada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
En este mismo escenario, el 19 de septiembre se realizó el coloquio “El tiempo de la dicha: La lectura de Elena Garro”, el cual fue organizado por la Asociación de Académicos y Estudiosos UC-Mexicanistas.
En este homenaje se contó con la presencia de Elena Poniatowska, quien habló sobre su relación fraternal con Garro y de su brillante y desgarradora obra. Asimismo, estuvieron Sandra Lorenzano, Sara Poot Herrera, Sara Sefchovich y Luz Elena Gutiérrez de Velasco, quienes abordaron desde diferentes ángulos el legado literario de la homenajeada.
En la ciudad de Xalapa, Veracruz, del 10 al 12 de octubre, se realizó el homenaje “Un siglo de libertad interior”. Este evento fue organizado por la dirección de Cultura, Educación y Deporte de Xalapa, el Ayuntamiento de Xalapa y la Universidad Veracruzana (UV). En este evento se llevaron a cabo mesas redondas, ponencias, una presentación editorial, conferencias magistrales, puestas en escena, talleres de dramaturgia, así como la entrega del premio al Ensayo Teatral Elena Garro.
En el ámbito local también hubo tributo a la poeta: se le dedicó el XXVIII Festival “La Muerte tiene permiso”, organizado por estudiantes de Lengua y Literatura, donde se compartieron ponencias sobre la obra de Elena y dos conferencias magistrales, a cargo de la Dra. Luz Elena Zamudio Rodríguez y el periodista Rafael Cabrera.
Además de todo lo mencionado, estados como Baja California, Chihuahua, Chiapas, Durango, Coahuila, Michoacán, Jalisco, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Puebla, Yucatán y San Luis Potosí, también le rindieron homenaje a la dramaturga a través de diversas actividades.
Definitivamente, Elena Garro es un legado literario, un legado cultural. Su literatura es la viva imagen de la condición humana y de las pasiones más limitadas.
