
Ante la ineludible postulación de Serafín Ortiz Ortiz, como candidato a la presidencia municipal de Tlaxcala, el actual presidente del Partido Alianza Ciudadana (PAC), ha puesto a pensar tanto a la clase política como a los partidos, el poder de convocatoria que tiene el académico es indudable, y de confirmarse el rumor, sería uno de los más fuertes contendientes a la presidencia municipal.
Si bien es sabido que el apoyo de su partido se encuentra con la candidata del Revolucionario Institucional, la unión debe de fortalecer a ambos institutos, ya que si bien el Acción Nacional está de su lado, los resultados que tuvo en la anterior administración muestran una negativa aceptación de la ciudadanía, por lo que pondría en riesgo el triunfo en la capital.
El líder del PAC tuvo la sensibilidad política para ir en alianza con el PRI, y no se descartaba que con base a su experiencia y carácter político, habría sido el candidato ideal a la gubernatura del estado, por lo que espera una respuesta favorable por parte de la coalición para ser el candidato a la presidencia municipal de Tlaxcala.
Las fortalezas y habilidades que tiene Serafín Ortiz, garantizan el progreso y el bienestar de las familias tlaxcaltecas, ya que la construcción de una ideología política no es a la ligera, se trata de hacer un liberalismo igualitario, ya que el centro de su política es la justicia social, es decir, debe haber un equilibrio en la sociedad, por lo que es necesario darle voz a las y los ciudadanos.
La filosofía política que tiene su partido el PAC dice, conlleva tres horizontes, lo cuales son base del crecimiento económico-social y que repercuten en las necesidades que hay, -no solo en México- sino también en Tlaxcala y en la capital.
La libertad del hambre afirma, en que los ciudadanos no sufran de la primera necesidad del hombre, que no haya pobreza extrema y con ello derive en el progreso que se necesita.
La libertad del miedo, la cual proviene en la seguridad social, y que las familias puedan transitar por la ciudad y por el estado sin ningún problema, erradicar la inseguridad de raíz, para que no haya miedo a salir de casa.
Y por último la libertad del autoritarismo, erradicar el sometimiento político que se caracteriza por las dictaduras, y que no debe imperar en Tlaxcala, es necesario que la ciudadanía se sienta libre de hacer y decir sus puntos de vista:
“Es ahí donde se concentra nuestra visión política, que se materializa desde la Buena Política y el Gobierno Abierto, que son estrategias bien estructuradas para que el ciudadano sea el centro de atracción de las políticas públicas, y deriven en satisfacer las necesidades de las familias de Tlaxcala y de la capital del estado”.