
El príncipe heredero saudí saltó a la escena internacional por el peor motivo posible: se le acusa de ser el autor intelectual del asesinato de un columnista del Washington Post.
Por Fernanda Hernández Orozco. @srta_hdez
La selección mexicana de futbol buscará un milagro en Qatar 2022 este miércoles ante la escuadra sorpresa de su grupo: Arabia Saudita. Los dos países parecen tener muy poco en común, más allá de ser dos de los mayores productores de petróleo en el mundo. Sin embargo, comparten algo más: los dos son de los territorios más complicados para ejercer el periodismo.
México ocupa la posición 127 de 180 de la clasificación de libertad de prensa 2022 de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF). La situación es considerada como “difícil”. El país es uno de los más mortíferos para los periodistas, pues solo en 2022 han sido asesinados 17.
En Arabia Saudita, una de las pocas monarquías absolutas activas en el mundo, la situación para ejercer la libertad de prensa es “muy grave”, de acuerdo con RSF. El reino saudí ocupa la posición 166 de 180 en su clasificación.
Esto es lo que sabemos sobre la libertad de prensa en este país de Medio Oriente y por qué está entre los 20 países con una peor situación para ejercer e periodismo en todo el mundo.
Sin libertad de prensa
Los medios de comunicación libres no existen en Arabia Saudita. La mayoría están bajo el control de las autoridades del país. Aquí la autocensura es una de las mayores constantes, también en las redes sociales, de acuerdo con RSF. Los medios privados sigue la línea gubernamental establecida por la Agencia Saudí de Prensa (SPA).
La prensa se divide en dos tendencias principales de opinión. Los diarios Al-Watan y Okatz representan la corriente más “liberal”, mientras que otros, especialmente Al-Riyadh, a la tendencia conservadora.
“Los periodistas que critican el papel del país en la guerra de Yemen o que se oponen a la normalización de las relaciones con Israel son considerados como traidores. Aquellos que prefieren mantenerse neutrales y no siguen la línea oficial de elogios al príncipe heredero Mohammed Bin Salman, se convierten de facto en sospechosos”, señala RSF.