
Por el Dr. Salvador Echeagaray Guerrero, académico de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG)
Pues, la amenaza de Donald Trump de imponer 25% en aranceles a México y Canadá ya se cumplió parcialmente y podría cumplirse en su totalidad próximamente en productos estratégicos que dichos estados exportan a EUA.
Esto ha sido condenado por unos, aplaudido por otros. Analicemos pues, dentro de una filosofía realista, ¿qué significa esto de la imposición de aranceles? ¿Es justa o no? ¿Tienen derecho los países a imponer aranceles? ¿Cuáles son sus consecuencias?
La filosofía realista en las relaciones internacionales se centra en la idea de que los estados actúan principalmente en función de sus propios intereses, buscando maximizar su poder y seguridad en un entorno anárquico y competitivo.
Desde este punto de vista, la imposición de aranceles a otros países puede ser considerada como una herramienta estratégica en la protección y fortalecimiento de la postura de un estado en el sistema internacional.
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Defensa de la Industria Nacional
Uno de los principales objetivos de los aranceles es proteger las industrias nacionales de la competencia extranjera.
Según el realismo, los estados deben asegurar su autonomía económica para mantener su poder y seguridad. Al imponer aranceles, un país puede reducir la dependencia de productos extranjeros y fomentar el desarrollo de industrias locales. Esto, a su vez, fortalece su economía y capacidad para resistir posibles amenazas externas.
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Generación de Ingresos Fiscales.
Los aranceles también sirven como una fuente importante de ingresos fiscales para los gobiernos.
Estas ganancias pueden ser utilizadas para financiar proyectos de infraestructura, defensa y otros programas que contribuyan a la seguridad y estabilidad del estado. Desde la visión realista, la capacidad de una nación para generar y utilizar recursos económicos es necesaria para mantener su poder y posición en el sistema internacional.
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Herramienta de Negociación y Coerción.
En el ámbito de la política internacional, los aranceles pueden ser utilizados como una herramienta de negociación y coerción.
Los estados pueden imponer aranceles para presionar a otros países a cambiar sus políticas o comportamientos que se perciben como perjudiciales para sus intereses. Esta estrategia se alinea con la visión realista de que las relaciones internacionales están marcadas por la competencia y el conflicto. Así, los estados deben estar dispuestos a utilizar todos los medios a su disposición para proteger sus intereses.
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Impacto en las Relaciones Diplomáticas.