
Se analizan con perspectiva de género piezas de artistas como Pilar de la Hidalga, Louise Elizabeth Vigée, Rosa Bonheur, María Guadalupe Moncada y Pilar Calvo que conviven con pinturas de Juan Carreño de Miranda, Pelegrín Clavé, Joaquín Sorolla y Pierre Ribera, entre otros. La muestra recibe al público con más de cien obras
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Museo Nacional de San Carlos, presentan la exposición (Des) ordenar la colección desde el género, una propuesta museológica que invita a repensar, activar y “desordenar” de forma cronológica y estilística la colección del recinto, para “ordenarla” desde temáticas planteadas con perspectiva de género.
Al respecto, el director del Museo Nacional de San Carlos, Jorge Reynoso Pohlenz, comentó:
“Lo importante es encontrar maneras de establecer relaciones con los públicos a partir de sus problemáticas presentes y que se reevalúe lo que dice la exposición, no es nada más esta idea de la obra como una pieza bonita que estaba adornando un espacio, sino que hay una serie de contextos que están presentes en las obras y haciendo este desorden, la secuencia tradicional se rompe”.
La exhibición plantea la perspectiva de género como una herramienta analítica que, a partir de la colección del museo, examina cómo las imágenes contribuyen a la construcción social de roles, comportamientos, actividades y atributos que las sociedades han considerado apropiados para hombres y mujeres.
“Las obras son muy conocidas, se han expuesto de muchas maneras; esta vez quisimos hacer algo un poco distinto, quisimos salirnos de la cronología clásica, y tratar de verla, a lo mejor no con otros ojos, pero sí con nuevas preguntas”, explicó la curadora de la muestra, Raquel Fundía Comisarenco.
Recorrer (Des) ordenar la colección desde el género es una oportunidad para analizar cómo se construyeron y representaron las relaciones de género en distintas épocas. Narrativas, recurrentes en el arte, muestran la persistencia de ciertos roles y estereotipos, así como los momentos en que fueron cuestionados o transformados.
“No quisimos insertar los temas en nociones preconcebidas de lo que se decía en el siglo XIX sobre el género, sino qué temas vemos repetidos en estas obras, que nos permiten hablar de ellos desde la colección, siempre respetando la obra que ya tenemos, solo ordenándola y acomodándola de una manera distinta”, agrega la curadora.




