El Conjunto Folklórico Nacional de Cuba Presentó Bará en el Festival de Danzas Negras 2025

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El Conjunto Folklórico Nacional de Cuba Presentó Bará en el Festival de Danzas Negras 2025 - AlternativaTlx
La Coordinación Nacional de Danza del INBAL trajo a México la pieza, con dirección de Leivan García Valle
Una reflexión sobre Eshù – Elegbá desde una visión filosófica y cotidiana de los orishas
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Danza, presentaron al Conjunto Folklórico Nacional de Cuba, en el marco del primer Festival de Danzas Negras: Reflexiones Afroindígenas. La emblemática agrupación isleña ofreció dos funciones de Bará en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo, del Centro Cultural del Bosque.
El Festival de Danzas Negras: Reflexiones Afroindígenas es un encuentro que celebra la memoria, la identidad y la resistencia de las comunidades afrodescendientes e indígenas del Sur Global a través de la danza.
Bajo la dirección de Leivan García Valle, Bará propuso una exploración coreográfica que se sustenta en investigación, misma que reflexionó sobre las divinidades orishas, al conjugar los enfoques místico-religiosos tradicionales con la vida diaria. La puesta en escena mostró cómo ciertos atributos y personalidades de las deidades se manifiestan a través de la ley, la mendicidad, la niñez y la sabiduría, con un lenguaje lleno de símbolos, poesía y fuerza escénica.
El título de la pieza hace referencia a la palabra Bará, que en la tradición yoruba significa “servidor” o “ayudante”, asociada a Eshù-Elegbá como mediador entre las divinidades y los seres humanos.
La primera danza fue interpretada por la bailarina Diosleidi Hardinson, con un despliegue de fuerza y sensibilidad. En sus pasos y ritmos se presentó parte de la historia cubana, las tradiciones y la identidad colectiva; su interpretación envolvió al público con un compás hecho de mitos, leyendas, magia y armonía, que prepararon el terreno para lo que vendría.
La siguieron los intérpretes Richard Posada, Yadian Barrientos, Jhon Lydrago y Osmany Aguilar, quienes encarnaron distintos arquetipos con humor, lirismo y energía ritual, acompañados de movimientos, ritmos y textos que develaron la presencia de lo sagrado en el escenario.
La puesta en escena integró danzas cargadas de tambores y referencias a piezas contemporáneas como El hombre extraño, de Silvio Rodríguez, que evoca los procesos de transculturación entre los estilos modernos y las expresiones africanas ancestrales que han dado forma a la riqueza cultural de la isla. Estos movimientos transmitieron la tradición e identidad cubana, a través de mitos, leyendas, magia y armonía.
“El folclor no es un adorno ni una postal turística. Es historia viva, creación colectiva y memoria espiritual. Cuando representamos las danzas de los orishas en escena, no basta con repetir movimientos: debemos honrar su sentido profundo, investigar y respetar la sabiduría que nació en el corazón del pueblo”, reflexionó el director Leivan García Valle, director del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba.

 

Fundado en 1962, el Conjunto Folklórico Nacional de Cuba es una de las agrupaciones más representativas de la cultura de la isla, con un estilo de arte folclórico teatral que combina rigor académico, investigación de campo y gran potencia escénica. Además de su labor artística, el grupo desarrolla una importante actividad pedagógica y de investigación en torno a la danza y la música afrocubanas.
Voces del público
El espectáculo conmovió a las y los asistentes, quienes compartieron sus impresiones al finalizar la función, por ejemplo, Rubén destacó: “Adoré el proceso en cómo nos fueron llevando a través de las emociones. Fue muy, muy bonito, muy inspirador”.
Por su parte, Juan Ángel Cisneros, músico y amante del folclor cubano, señaló: “Me encantó. Yo lo he visto siempre en Cuba, pero ahora están trabajando algo más contemporáneo también. Me gustó mucho esa mezcla de lo contemporáneo con lo folclórico”.
En tanto, Andrea Ramos expresó: “Esta propuesta me pareció una muy buena combinación de lo contemporáneo con lo folclórico. Siempre ver cuerpos danzando con este estilo de raíz afro es impresionante: tiene mucha energía, mucha potencia y nos estremece”.
Finalmente, Vianey Pitalúa, originaria de Cartagena, resaltó la profundidad de la puesta en escena: “Fue interesante ver cómo representan en escena las manifestaciones rituales de su cotidianidad, cómo dialogan con la cosmovisión de Eleguá y nos transmiten la filosofía de sus deidades”.
La danza continúa
El Festival de Danzas Negras sigue con su programación hasta el 31 de agosto con propuestas internacionales y mexicanas. Hoy sábado 30 de agosto a las 19:00 h, el Teatro de la Danza Guillermina Bravo recibirá a OtreDanza Compañía Artística LGBTI de Medellín (Colombia) con Marik Folclórik, un proyecto de artivismo que reivindica la diversidad sexual y de género a través de las artes escénicas, encabezado por la artista Lilith Border (La Piroba).
Ese mismo día y el domingo 31, el Jardín Escénico será escenario de presentaciones de cortejo y danza maracatú con Mauricio Soares / Baiana Rica do Maracatu Nação Estrela Brilhante y Alana Mendes (Brasil), además de la Danza de los Negritos de la Organización Tutunakú de la Costa Papantleca (Veracruz).
El festival concluirá con Serafín Aponte Danza que presentará Yanga, resistencia negra en México el domingo 31 de agosto a las 19:00 h en el Teatro Julio Castillo, una coreografía que recupera la historia del cimarrón Yanga y su legado en Veracruz.
El Festival de Danzas Negras 2025 se posiciona como un nuevo espacio de diálogo intercultural, reconocimiento de raíces afrodescendientes y reflexión sobre la diversidad.