Por negligencia de la oposición habrá otro gobierno priista-Enrique Gasga

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Enrique Gasga Ventura-Alternativa-Partidos Politicos

Autor: Enrique Gasga.

Más allá de las malas prácticas de siempre del PRI, de una elección de estado, de las trampas y posible fraude; el avance del candidato marianista del tricolor a la gubernatura del estado, es sin duda producto más de los excesos del PRD y del PAN que no supieron ni quisieron aprovechar el escenario actual de rechazo evidente de la sociedad tlaxcalteca hacia el gobierno priista-marianista, lo que logró que el PRI rescatara su voto duro que estaba casi perdido, pero que le alcanzó para perfilarse de nuevo hacia la gubernatura.

Luego de cinco años de que los tlaxcaltecas hemos sufrido la desatención, fracaso de la conducción del estado y mal manejo de los recursos públicos del gobierno marianista lo que ha originado entre otras cosas, el crecimiento de la pobreza y el desempleo; así como de los altos índices de inseguridad y corrupción en el estado.

Y que a nivel político el líder nacional del PRI Manlio Fabio Beltrones y el Presidente de la República Enrique Peña Nieto no dieran un peso porque Tlaxcala siguiera gobernado por este su propio partido lo cual dejaba todas las posibilidades de que la oposición tomara las riendas del gobierno del estado.

Sin embargo, ni el PRD ni el PAN entendieron que las necesidades del pueblo Tlaxcalteca están por encima de los proyectos personales de Lorena Cuellar y de Adriana Dávila y de cualquier otro candidato o partido político.

Y ahora al borde de la derrota inminente, probablemente PRD y PAN de Tlaxcala – y quizá ni aun así-, y observando a estados como Veracruz, Quintana Roo y Durango, estados donde  la alianza PRD-PAN aventaja hacia la gubernatura, se den cuenta que en Tlaxcala la alianza no sólo era una estrategia viable; sino quizá la única para doblegar a un priismo marianista que emplearía todo lo que tenía a su alcance para permanecer en el poder.

Pero la poca visión de los equipos de campaña y sus candidatas de ambos partidos de oposición en la planeación de sus estrategias rumbo a la gubernatura, la falta de talento negociador, las campañas mediáticas faltas de idea y de creatividad; así como su discurso derrotista que no se atrevió a tocar al marianismo ni con el pétalo de una rosa no fue lo único que los tiene prácticamente en la lona.

La falta de carácter de las dirigencias panista y perredista tuvo mucho que ver en el fracaso en las elecciones, donde nunca pudieron unificar a sus grupos, ni controlar a la mayoría de sus diputados y presidentes municipales que se la han pasado todo lo que va de la presente administración coqueteando con el gobernador; votando leyes marianistas y peñanietistas que golpean al pueblo y traicionando la causa de sus partidos.

Y que hay de la enorme cantidad de militantes de ambos partidos que ocupan cargos importantes como funcionarios públicos y viven de la administración pública; pero que se olvidaron de hacer un trabajo honesto para el pueblo que pudieran cacaraquear sus partidos a la hora de ir a pedir el voto en lugar de estar de día de campo sin generar ningún capital político; mal que por cierto aquejó a muchos otros partidos también de oposición.

No, no fueron sólo las malas prácticas, la compra de votos, ni la elección de estado lo que llevó a Marco Mena a estar a punto de ser gobernador electo.

Sino los múltiples errores de los partidos de oposición, la falta de tacto negociador de los candidatos de estos partidos y de sus equipos de campaña, sus excesos y falta de humildad, su soberbia; así como la falta de carácter de las dirigencias de esos institutos políticos lo que derivó en el resultado de la elección, y que favoreció que el pueblo tlaxcalteca tenga que sufrir otro gobierno bajo el yugo priista de abusos, pobreza, inseguridad y corrupción.