Imparable el Robo de Vehículos en Tlaxcala

Desde unidades de transporte de carga, automóviles, motocicletas y hasta triciclos son sustraídos de distintas formas, sin que la autoridad haga algo para evitarlo.

A la fecha, semanas antes que se registrara el mecanismo “Buen Fin” para incentivar la economía en el estado de Tlaxcala debido a la posible falta de efectividad, comunicación y/o colaboración entre las corporaciones de seguridad de los distintos niveles, se registra un incremento significativo al robo de vehículos de distintas características entre los que se enlistan desde unidades de carga del servicio público federal y particular, transporte público de pasajeros, automóviles, camionetas, motocicletas y hasta triciclos; de los que un mínimo porcentaje del total sustraído de manera ilegal ha sido recuperado, en meros “golpes de suerte”.

Información a la que tuvo acceso este medio revela que además de solicitar ayuda para la probable localización de las unidades robadas y mercancías que van desde insumos, colchones, féretros, alimentos, materias primas, abarrotes y autos (con nodriza) los denunciantes hacen saber que los malhechores realizan acciones de tipo violento mediante el uso de armas de fuego con cortes a la circulación para detener y atracar automotores, también realizan fraudes mediante redes sociales, el abuso de confianza o la “desaparición” de autopartes y/o vehículos completos -hasta con personas-, que dejan de estar en el lugar donde fueron estacionados por sus legítimos propietarios.

Y es que desde la llegada de las nuevas autoridades ante una posible falta de estrategia para la prevención y contención, los elementos policiales solo se remiten a hacerse presentes para documentar los actos probables de delito y recomendar a los afectados a acudir ante la representación social para presentar formal denuncia de hechos, de las que probablemente algunas si serán radicadas para su atención; esto a pesar de que los propios trabajadores de la seguridad, sus familiares y hasta funcionarios públicos (como los de Huamantla) han resultado afectados por el actuar de los ‘amantes de lo ajeno’.

Ante esto, las autoridades desde sus enlaces de comunicación social solo se limitan a informar con “números alegres” e infografías incompletas las pocas detenciones y aseguramientos que se han logrado, o en su caso dan versiones de otros delitos con afán posiblemente de distraer la atención de la gente, que sin excepción todos los días en un gran número sigue reportando a los canales de seguridad y emergencias; el que fueron atracados con violencia, robados en su patrimonio por supuestos compradores, que su unidad no está donde la dejo estacionada y que le falta algún espejo, llanta con todo y rin o acumulador.