
Cada vez existen espacios más adecuados para que las mujeres durante su jornada laboral realicen extracciones de leche materna y puedan llevarla a sus hijos al finalizar su jornada
Por la Mtra. Monserrat Rodríguez León, directora de la carrera de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG)
Con el paso de los años las empresas han podido visualizar que apoyar y promover la lactancia materna no solo es un tema de salud pública, sino es una estrategia inteligente.
Cuidar a las madres que amamantan dentro del entorno laboral genera beneficios para las organizaciones que abarcan diferentes aspectos, desde menor ausentismo laboral hasta obtener mayor productividad.
En México, según un reporte de INEGI en 2022, 7 de cada 10 mujeres que participan en el mercado laboral son madres.
Esto significa que miles de trabajadoras tienen que lidiar diariamente con diferentes responsabilidades personales y laborales para lograr el equilibrio entre su rol de madres con sus responsabilidades a nivel profesional.
Cuando una madre trabajadora tiene un hijo, la Ley Federal del Trabajo le otorga incapacidad para garantizar los cuidados al recién nacido, pero una vez que este periodo finaliza, se tiene que reincorporar a sus actividades laborales obteniendo permiso de dos descansos de 30 minutos para apoyar la continuidad de la lactancia materna.
La realidad es que cada vez existen espacios más adecuados para que las mujeres durante su jornada laboral realicen extracciones de leche materna y puedan llevarla a sus hijos al finalizar su jornada.
Garantizar lactarios en las empresas evita que las madres abandonen la lactancia antes de lo recomendado, que según la OMS debe ser de al menos 6 meses de manera exclusiva.
Cuando una empresa decide realizar promoción y brindar apoyo a la lactancia materna y comienza a crear un entorno que la favorezca los beneficios son evidentes en diferentes aspectos como:
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Disminuir el ausentismo laboral. Los bebés alimentados con leche materna exclusiva durante los primeros seis meses presentan menor riesgo de infecciones, esto se convierte en menor cantidad de faltas al trabajo por parte de las madres.
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Incrementar la productividad. Una mamá que siente apoyo y empatía con su lactancia por parte de su entorno tiene mejor rendimiento y menos preocupaciones.
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Mejor clima laboral. Una cultura que valora la importancia de la maternidad genera un ambiente de respeto por parte de las trabajadoras, lo que fomenta lealtad hacia la organización.
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Reducción en la rotación del personal. Garantizar que las madres trabajadoras encuentren el equilibrio entre sus distintos roles evitará renuncias de valiosos talentos.
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Responsabilidad social. Cada vez más personas prefieren trabajar o consumir productos de empresas socialmente responsables. Apoyar la lactancia refuerza un posicionamiento ético ante la sociedad.




