
Este logro revela los cuatro años de trabajo artístico y pedagógico de las y los docentes de los 329 Semilleros creativos
Que hoy en día, más del 50% del elenco seleccionado para participar en el Magno evento de Cultura Comunitaria “Tengo un sueño” esté integrado por noveles artistas del sector femenino revela los años de esfuerzo, dedicación y compromiso de las y los docentes de los Semilleros creativos, quienes bajo una mirada integradora e incluyente han implementado una metodología con perspectiva de género para impulsar que más de 300 niñas y mujeres adolescentes desempeñen, sin prejuicio ni miedo, el rol o personaje que les apasione en el escenario el próximo 24 de noviembre, en el Auditorio Nacional.
Al respecto, la promotora del Semillero creativo de Circo, en Gómez Palacio, Durango, Claudia Caballero; la docente del Semillero creativo de Teatro y lengua maya, en Kanasín, Yucatán, Ilse Morfín, y las directoras musicales Brenda Tovar y Rocío Román, conductoras de la Orquesta sinfónica comunitaria “Centinela” de Mexicalli, Baja California, y la Banda sinfónica comunitaria “K’eri Tinganio” de Tingambato, Michoacán, respectivamente, coinciden en que el trabajo y miradas integradoras dentro de los Semilleros han promovido este hecho que dota de un equilibrio de espacios que comúnmente son desempeñados por los varones.
Cabe señalar que los Semilleros creativos son grupos de formación y creación artística gratuita con enfoque comunitario para niñas, niños y jóvenes impulsados por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del programa Cultura Comunitaria, con el propósito de fomentar el ejercicio de los derechos culturales de la niñez y la juventud.
Así mismo, el Magno evento de Cultura Comunitaria Tengo un sueño 2022 será una muestra del talento pictórico, audiovisual, musical, dancístico, teatral, literario y en lenguas originarias, de niñas, niños y jóvenes artistas de 192 Semilleros creativos ubicados en 97 municipios de las 32 entidades federativas, que representan a los más de 12 mil integrantes de los 329 Semilleros creativos distribuidos en todo el país.
Fuera límites y romper estereotipos de género
La promotora del Semillero creativo de Circo, en Gómez Palacio, Durango, Claudia Caballero apunta que, en su disciplina, han tenido que transformar y romper con ideas muy arraigadas que ubicaban a las mujeres solo como un adorno o simple acompañamiento.
“Hoy en día nuestras niñas han conquistado su cuerpo, su voz y su capacidad de expresarse, a través del arte circense. Ellas son tan capaces de hacer números de fuerza y destreza física como los varones, es así como las niñas se reconocen e interiorizan que pueden ser el soporte base en las cargadas de un acto circense y de hacer actos aéreos de alto grado de dificultad”.
La también malabarista, payasa y equilibrista explica que actualmente, hay todo un movimiento en México de mujeres payasas que trabajan en favor de la reivindicación de este arte en los escenarios. “El payaso trabaja con sus debilidades y en la sociedad que una mujer se ría de eso, no está bien visto: las mujeres han ido tomando espacios para reírse de sí mismas, así que, si alguna niña del Semillero quiere intentarlo, trabajaré con ella hasta lograrlo.”
A decir de la directora de la Banda sinfónica comunitaria “K’eri Tinganio” de Tingambato, Michoacán, Rocío Román Figueroa, ninguna niña debe sentirse y estar limitada para conseguir sus objetivos y sueños en la vida.
“Soy originaria de Tingambato, una comunidad purépecha del estado de Michoacán, en la que hasta hace tiempo tocar un instrumento no era de mucha utilidad para una mujer, porque eso ‘solo era para hombres’, pero con el apoyo de mi papá, quien además era músico, no quité el dedo del renglón. Sin embargo, no fue fácil, siempre tuve que mantener una excelencia, porque un error era criticado al máximo y mis aciertos eran minimizados por mis compañeros; incluso en la calle me hacían bromas y me decían ‘¿qué llevas ahí, una máquina de escribir?’ cuando me veían cargando el estuche de mi clarinete”.