
En esta modalidad deportiva, se desarrollan encuentros que recuerdan los combates realizados en las olimpiadas antiguas
La lucha grecorromana es una disciplina deportiva con raíces en la Antigua Grecia y Roma, donde fueron componente de la cultura deportiva y militar. Así lo describe el entrenador de luchas asociadas de la delegación de Jalisco, Alberto Palacios Coronado.
“La lucha grecorromana, como la conocemos hoy, fue una reencarnación de la lucha antigua, adoptada en los primeros Juegos Olímpicos modernos en 1896”, detalla.
Desde el Centro de Convenciones de Tlaxcala, durante el desarrollo las competencias de luchas asociadas de Estilo Grecorromano, los atletas inician la jornada deportiva con el tradicional chequeo médico y pesaje, “que incluye una revisión médica para garantizar que el atleta no es portador de alguna infección u hongo, que esté 100 por ciento sano, que las uñas estén cortadas, y al subirlo a la báscula se garantiza que su peso corresponde a la división en la que solicita participar”, explica.
Abunda que esta disciplina de combate involucra a dos atletas que intentan derribarse utilizando la parte superior del cuerpo. “A diferencia de la lucha libre, está prohibido utilizar las piernas para atacar o defender, y no se permiten agarres por debajo de la cintura. Esto obliga a los luchadores a depender de su fuerza, técnica y habilidad para realizar lanzamientos, levantamientos y agarres desde el torso”.