
Autor: Enrique Gasga Ventura.
Aproximadamente a dos semanas de que concluyan las campañas políticas rumbo a las elecciones del cinco de junio en el estado el escenario se ha vuelto cada vez más complicado para los candidatos del PRI, entre otras cosas, debido al mal gobierno priista durante el presente sexenio, a lo débil de la gran mayoría de sus candidatos y a las pésimas campañas que están realizando, donde de inicio se vislumbra que el partido en el poder no alcance a retener la gubernatura del estado, ni a recuperar el gobierno de la capital.
Para el caso de la disputa por la gubernatura en las encuestas publicadas entre abril y a principios de mayo en medios impresos de circulación nacional como: El Financiero y El Universal, por ejemplo, el candidato a la gubernatura del estado por la coalición PRI-PVE-NA-PS ocupó la tercera posición con aproximadamente cinco puntos por debajo de quien encabeza las encuestas.
En la publicación de El Universal presentada a finales del mes de abril pasado, Adriana Dávila Fernández candidata a la gubernatura por el PAN obtuvo el primer lugar con el 19.3 por ciento de preferencias de intención del voto llevando una ventaja sobre Lorena Cuellar candidata del PRD de menos de un punto porcentual quien resultó con 18.7 por ciento; mientras que Marco Mena de la coalición encabezada por el PRI se ubicó en el tercer lugar con el 17.9 por ciento.
En el caso de la encuesta publicada por el Financiero a principios del mes de mayo del presente año Adriana Dávila Fernández candidata del PAN a la gubernatura resultó ya con una ventaja de un punto sobre Lorena Cuellar Cisneros del PRD, y con cuatro puntos arriba de Marco Mena del PRI que continuó en la tercera posición; a saber: Adriana 30 puntos, Lorena 29 y Mena apenas 26.
En una encuesta presentada a nombre de una empresa denominada “Gabinete de Comunicación Estratégica” a mediados de abril se colocó a Lorena Cuellar Cisneros del PRD a la cabeza con 24.9 por ciento de mayor intención del voto; Adriana Dávila con 20.4 por ciento y Marco Mena con apenas 17.6 por ciento ocupando nuevamente la tercera posición.
Es importante precisar que de acuerdo a las empresas que realizan estudios demoscópicos electorales en una campaña política para que haya un cambio en las tendencias, y alguno de los candidatos que vayan abajo en las preferencias logre ubicarse en el primer lugar necesita propiciar el cambio de percepción del electorado neutral y éste le favorezca, y que en contraparte suceda algo que propicie que el candidato que ocupe el primer lugar caiga al mismo tiempo en forma estrepitosa en las preferencias del electorado.
Sin embargo esto no se ve que haya ocurrido, y tomando en cuenta que regularmente el puntaje que puede avanzar un candidato por mes es de alrededor de un punto porcentual, para el caso de Marco Mena en el actual escenario va rumbo a una derrota previsible.
Pero con todo lo anterior no hay que olvidar que actualmente el partido en el gobierno es el PRI; que varios partidos de oposición ubican grandes posibilidades de que haya un fraude que favorezca a Marco Mena, y que el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones vislumbra posibles conflictos en la jornada electoral; y todo ello pudiera forzar la balanza de la ilegalidad a favor del candidato marianista.
En el caso de la capital del estado, la situación para la priista Anabel Ávalos Zempoalteca las cosas no parecen ser mejores; ya que el PRI nacional han mostrado un claro abandono hacia los candidatos tlaxcaltecas de su partido, mientras que el priismo tlaxcalteca sólo se ha centrado en apoyar a su candidato a gobernador dejando a su suerte a los candidatos a diputados locales y a Ayuntamientos.
Lo anterior se puede constatar con las estratégicas discursivas y la publicidad que está priorizando el PRI, y donde no se ha permitido que los aspirantes priistas a una diputación local, o a alguna alcaldía realicen su campaña con normalidad; sino que han tenido que ajustar su discurso y publicidad más para favorecer a Marco Mena que a ellos a pesar de las inconformidades que han manifestado los equipos de varios candidatos, y de la mala publicidad que se está manejando para la campaña gubernamental.
El caso de la candidata a la presidencia municipal de Tlaxcala, Anabel Ávalos es significativo; ya que a la mitad de la campaña ésta no ha podido despegar; maneja una publicidad con muchas carencias y una pésima imagen de la candidata priista; así como un exceso de confianza de sus simpatizantes que le apuestan en varios casos a que el triunfo de la priista ya está acordado debido a que no la dejaron ser candidata a la gubernatura, y la capital viene a ser algo así como su premio de consolación; pero lo cierto es que su partido no le está dando el respaldo para alcanzar el triunfo.
Sin embargo, es importante tomar en cuenta que tanto el candidato del PAN como el del PRD han llevado una campaña de muy bajo perfil; el primero no aprovechó su paso por la administración del gobierno municipal y no invirtió en obtener capital político, mientras que el segundo parece que está en espera que el efecto de Lorena Cuellar lo lleve al triunfo lo cual es más bien una pésima visión.
Por otra parte, está la candidata por el Partido Alianza Ciudadana, Alejandra Ramírez Ortiz quien ha mostrado una campaña no sólo para competir contra el PRI; sino que pudiera alcanzar el triunfo; ya que en la pasada elección por la diputación federal en la que participó logró obtener en la capital del estado un mayor número de votos que los candidatos de los demás partidos, además de que la mayor parte de la estructura del partido del ex gobernador Héctor Ortiz está volcado a su favor.
Sólo faltan unos días para que se lleven a cabo las elecciones; pero si permanecen los escenarios actuales en las campañas políticas; el PRI podría quedar fuera de los gobiernos del estado y de la capital tlaxcalteca, y pasando a ser de la primera fuerza política a la tercera. Al tiempo.