Rosario Castellanos, Cien Años de Luminosas Palabras

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Rosario Castellanos, Cien Años de Luminosas Palabras - AlternativaTlx
Continúa el homenaje nacional con funciones de cine y presentaciones de libros, entre otras actividades
Su obra transitó todos los géneros –poesía, novela, cuento, ensayo, dramaturgia, periodismo– con una voz crítica, irónica y compasiva, siempre atenta a la desigualdad y a la dignidad de las palabras
En 2025 se conmemoran 100 años del natalicio de Rosario Castellanos Figueroa (25 de mayo de 1925 – 7 de agosto de 1974), prolífica escritora, periodista, diplomática y una de las figuras más luminosas de la literatura mexicana del siglo XX.
“Una oportunidad para leerla y releerla como la mujer que sigue preguntando y que, todavía hoy, nos obliga a reflexionar”, comenta en entrevista la coordinadora nacional de Literatura, Nadia López García.
Organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Canal 22, la Cineteca Nacional, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Fondo de Cultura Económica (FCE), el homenaje incluye conferencias, ciclos de cine, presentaciones editoriales, recitales de poesía, lecturas dramatizadas, conciertos, talleres y conversatorios, que avanza durante 2025 y sigue hasta marzo de 2026.
Entre las próximas actividades están el ciclo “Rosario Castellanos 100” en la Cineteca Nacional, los miércoles del 9 de julio al 6 de agosto, con funciones gratuitas basadas en sus obras, con la participación de un especialista invitado diferente cada presentación. Además, como parte del ciclo “Ellas en el cine mexicano”, el viernes 18 de julio se proyecta El secreto de Romelia (1988), de Busi Cortés, que se basa en el cuento El viudo Román de Castellanos, en la Biblioteca de las Artes, en colaboración con el Centro de Capacitación Cinematográfica.
En cartelera de la Cineteca Nacional de las Artes está Los adioses, hasta el 10 de julio, que se adentra en la vida íntima de Rosario Castellanos y su historia de amor con el filósofo Ricardo Guerra. Asimismo, en el Colegio de San Ildefonso, se presentan funciones especiales de Balún Canán (20 de julio) y Oficio de tinieblas (3 de agosto), junto con otras cintas y documentales dedicados a explorar la vida y obra de la escritora.
Lectora y escritora
Rosario Castellanos fue, ante todo, una lectora apasionada y curiosa, capaz de perderse en las palabras para volver con preguntas más hondas. En Lecturas tempranas, ensayo incluido en Mujer que sabe latín, evoca “los personajes de Perrault, cuyos libros de cuentos me regalaron mis padres”, o narra cómo su padre le leía Las mil y una noches, con lo que revela el vértigo y la intimidad de los libros que la formaron.
Su mirada era exigente y lúcida: buscaba en la poesía belleza y rigor e inteligencia. Admiraba Muerte sin fin, de José Gorostiza, “el poema mexicano por excelencia”, y reconocía en Sor Juana Inés de la Cruz una voz hermana, aunque más rica en simpatía humana. Entre los poetas extranjeros, declaraba su predilección por Paul Valéry y T. S. Eliot.
Su obra transitó todos los géneros –poesía, novela, cuento, ensayo, dramaturgia, periodismo– con una voz crítica, irónica y compasiva, siempre atenta a la desigualdad y a la dignidad de las palabras.
En septiembre se presentará en el Palacio de Bellas Artes Rosario Castellanos: Palabra que arde, un libro con 35 poemas traducidos a lenguas originarias de Chiapas, acompañado de registros sonoros y fotografías inéditas. Participan poetas-traductoras como Adriana López (tseltal), Susana Bentzulul (tsotsil), Lyz Sáenz (zoque), María Bertha Sántiz (tojolabal) y Estela Mayo (ch’ol).
“Muchas de las fotos para el libro nos las compartió con generosidad el maestro Guerra. Podremos escuchar, entre otros poemas, Nostalgia, de Rosario Castellanos, en tojolabal”, adelanta la también poeta Nadia López García.
Sobre el homenaje, López García destaca la importancia del trabajo conjunto entre instituciones, gracias a “la visión de trabajo de nuestra secretaria, Claudia Curiel, quien nos hermanó para poder reconocer a Rosario Castellanos desde la diversidad de facetas que tuvo.
Para todos los públicos
El Canal Veintidós lanzó el videopódcast “Sobre cultura femenina: un acercamiento a Rosario”, conducido por Perla Velázquez, en el cual se retoma su tesis de maestría para conversar con diversas mujeres del ámbito cultural y reconstruir así la figura de Rosario Castellanos como escritora, poeta, dramaturga, académica y diplomática. Se transmite los viernes hasta el 29 de julio a las 19:00 h por la Señal 22.1.
El mismo canal mantiene abierta hasta el 31 de julio de 2025 la convocatoria “Apuntes de Rosario”, que invita al público a enviar videos breves en los que se lean fragmentos de su obra. Con la única condición de evitar contenidos institucionales o publicitarios, los tres mejores oradores verán sus videos difundidos en redes sociales y en la programación del canal.
A su vez, la Compañía Nacional de Teatro del INBAL y Teatro UNAM suman esfuerzos a través del ciclo “Vindictas a la luz” para presentar Prendida de las lámparas, un homenaje escénico que explora la vida y la obra de Rosario Castellanos desde la teatralidad y la poesía. Escrita por Elena Guiochins y dirigida por Mariana García Franco, la puesta en escena combina textos dramáticos con poemas de Castellanos para construir un viaje retrospectivo, ambientado en el desierto de Israel (lugar de su muerte el 7 de agosto de 1974).
En voz de sus contemporáneos
Rosario Castellanos convivió con grandes figuras de la literatura mexicana del siglo XX: maestros, colegas, discípulos y amigos como Agustín Yáñez, Juan Rulfo, Luisa Josefina Hernández, Emilio Carballido, Jaime Sabines, Sergio Galindo, Sergio Pitol, Dolores Castro, Raúl Ortiz, Augusto Monterroso, Ernesto Mejía, Ernesto Cardenal, Efrén Hernández, Margarita Michelena, Julieta Campos y Elena Poniatowska.
Recordarla es escuchar el eco de quienes supieron reconocer su valor. José Emilio Pacheco habló de “su extraordinaria conciencia de la doble condición de mujer y mexicana, convertida en el material vivo de su obra”. José Joaquín Blanco la vio como “una historia de soledad y voluntad férrea, consciente de la hostilidad del medio que la rodeaba”, como se publicó en El Porvenir el 6 de junio de 1989 en la columna “Ellas, las número uno”.
Octavio Paz, en el prólogo a Poesía en movimiento (1966), describió su estilo como “llano y sentencioso, equilibrado entre pasión y pensamiento”. Andrés Henestrosa la consideraba una “excelente poetisa y novelista superior”. Eduardo Mejía subrayaba “la ironía de su visión sobre la sumisión y la rebeldía, logrando un equilibrio entre lo lírico y lo narrativo difícil de igualar”. Emmanuel Carballo la reconocía como “precursora del feminismo en México, no sólo por sus ideas sino por el rigor con que asumió su papel intelectual”.
Elena Poniatowska –en el conversatorio “Rosario Castellanos: Mujer de palabras y miradas”, realizado en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes el 25 de mayo de 2025– la evocó con cercanía y afecto: “Un gran mérito de ella fue no tomarse en serio, no creerse más que nadie. […] Era tan entrañable, la queríamos tanto, que a su muerte todos tuvimos muchas ganas de decir: ‘¿pero por qué nos haces esto?’. Nos hace mucha falta, Rosario Castellanos”.
La poesía electrizante
Castellanos se sintió atraída por la luz. En una conversación con Emmanuel Carballo –publicada en El Nacional en 1984– reflexionaba sobre su trayecto como poeta. Admitía haber comenzado con “una poesía subjetiva, de experiencias personales pudorosamente disfrazadas”, pero con el tiempo se atrevió a incorporar la colectividad como “materia entrañable”.
Para ella, la poesía era mucho más que un género: “Un ejercicio de ascetismo, un intento de llegar a la raíz de los objetos”. Era capaz de aproximarse a la filosofía, porque ambas buscan “llegar a lo esencial”. Veía en la metáfora su principio de identidad y sostenía con convicción: “La inteligencia es un elemento que no puede ni debe faltar en la poesía”.
Su mirada sobre el amor era igual de lúcida y descarnada: “Un fenómeno esencial de la naturaleza humana, no un estado de ánimo que pueda durar uno o más minutos”.
Reconocía haber escrito “poemas de amor con cenizas”, describiéndolo como algo trágico, que “rompe el egoísmo que nos protege de las heridas” y nos obliga a exponernos al otro. Su aspiración última era lograr: “Ese tipo de poesía que lleva la inteligencia a alcanzar un grado de combustión luminosa”.
Viaje a la luminosa eternidad
Rosario Castellanos murió el 7 de agosto de 1974 en Tel Aviv, Israel, donde ejercía como embajadora de México en en dicho país, en un accidente doméstico brutal en su sencillez: intentaba cambiar de lugar una lámpara de buró cuando sufrió una descarga eléctrica. Su chofer, que se encontraba a su lado, logró desconectar el aparato y llamar a una ambulancia que la trasladó al hospital local, pero Rosario falleció en el trayecto. Eran las 22:00 h en Tel Aviv, 14:00 h en México.
Ricardo Garibay describía el silencio absoluto que siguió a la noticia de su muerte en la redacción de Excélsior, mientras Julio Scherer estaba “verdaderamente derrumbado”. Su amiga Dolores Castro evocó su partida como “un mazazo. Es como quedarse hablando sola”.
Rosalía Muñoz de Chumacero, por su parte, escribió sobre el contraste irónico entre su vida y su muerte: “Sabemos que al dejar de existir físicamente por tan trágico suceso, ella entró para siempre a la luminosa inmortalidad de quienes, por su obra, se hacen eternos”.
En la esquela oficial del Gobierno de México se lamentaba su fallecimiento como una pérdida nacional. Su féretro, envuelto en la bandera nacional, fue recibido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por intelectuales, diplomáticos y su familia. Desde Israel, el gobierno brindó todas las facilidades para el traslado y en el aeropuerto de Tel Aviv se realizó una ceremonia solemne con coronas enviadas por la ex primera ministra Golda Meir, el presidente de Israel y representantes del cuerpo diplomático.
Castellanos, en México, fue velada en la Secretaría de Relaciones Exteriores, homenajeada de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes –en el que destacaron su rigor intelectual, su compromiso con los marginados y la vigencia de su palabra–, y finalmente sepultada en la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Civil de Dolores.
En agosto de 1984, a diez años de su muerte, se creó un ciclo de mesas de reflexión en su honor. Elena Poniatowska leyó un texto en el que recreaba con crudeza el momento del sepelio: “Cuando un grupo de amigos y admiradores de la escritora presenció cómo su féretro descendía para después ser cubierto por una tierra húmeda y casi lodosa, porque no habrá dejado de llover durante todo el sepelio. Una muchacha lloraba y repartía entre los asistentes la biografía de Castellanos diciendo a todos: ‘¡Para que no la olviden!’”.
Los ecos de Rosario
En marzo de 2025, la Coordinación Nacional de Literatura del INBAL inauguró el primer Espacio de Lectura Conmemorativo Rosario Castellanos en el CEDART Frida Kahlo. Jóvenes escriben y editan sus propios textos inspirados por la autora. La coordinadora nacional de Literatura, Nadia López García, explica que la meta es “que todas las escuelas de nivel medio superior del INBAL cuenten con un Espacio de Lectura Conmemorativo Rosario Castellanos y un acervo bibliográfico de literatura mexicana con programación mensual”.
Con dicho acto inició el homenaje estructurado en tres grandes ejes que, como destaca López García, sintetizan su legado: primero, abrir camino a muchas escritoras al demostrar que podían habitar todos los géneros –no solo la poesía, sino también el ensayo, la narrativa y la dramaturgia–; segundo, su vocación de promotora cultural que centró la atención en los pueblos indígenas y sus lenguas, al generar un referente vigente hasta hoy, y tercero, los temas que llevó al debate público, como la participación de las mujeres en la cultura y la vida social.
A la fecha, se han realizado múltiples actividades por diferentes instituciones que reflejan la importancia de la pluma de Rosario Castellanos, las cuales continúan hasta el próximo año.