
Por Rafael Alfaro Izarraraz
El complejo militar no es una estructura industrial acéfala que produce armas para el mercado sin que nadie esté detrás: se trata de un conjunto intereses en torno a los que se agrupa un complejo de mujeres y hombres compuesto por el Estado de naciones como EU e Israel en primerísimo lugar, los políticos como a menudo ocurre con los congresistas estadounidenses que representan a la industria armamentista, empresas multinacionales como Boeing que produce aviones comerciales, integrantes de los ejércitos de alto rango que tienen intereses en la industria militar y que asocian rango con inversiones económicas en la industria, además de una gran cantidad de empresas medianas y pequeñas que operan alrededor de esta gran industria de la muerte sin olvidar a los medios de comunicación de masas y las modernas redes sociales.
En 2022 Estados Unidos fue la nación que más recursos financieros invirtió en la industria armamentista con un total de 877 mil millones de dólares, de acuerdo a Béraud-Sudreau, Liang, Lopes Da Silva, Tian, & Scarazzato, 2022, citado por Nicholas Lorden. Del total de la inversiones de 15 naciones en el mundo en materia militar, EU invirtió el 33 por ciento, lejos de China que ocupó el lugar número 13. Rusia, invirtió el 3.9 por ciento. Arabia Saudí, con un 3.3 por ciento. Lo anterior, según fuente del SIPRI Military Expenditure Database, 2023, abril, citado por Nicholas Lorden. Como veremos más adelante, no es solo dinero invertido sino un conjunto de actores con intereses de poder económicos y políticos alrededor de toda esta trama militar.
Dice Nicholas Lorden que: “Entre estas inversiones del departamento de Defensa, de las principales se pueden dividir entre los fondos de operaciones y 6mantenimiento; la nómina del personal militar; la adquisición de material bélico en la forma de armas, municiones, aviones de combate, tanques, buques de guerra, etc.; y la investigación, desarrollo, pruebas y evaluación; las operaciones (United States Department of Defense Agency Financial Report 2022, 2022). Muy involucrado en este proceso está el congreso que, como es el cuerpo político de la rama legislativa de EE.UU., es el responsable de la publicación del presupuesto anual de defensa para el DDD. Para la realización del mismo, los congresistas de la Cámara de Representantes y del Senado trabajan en estrecho contacto con los generales militares y funcionarios del DDD, como también con las muchísimas empresas privadas que trabajan para el DDD. Estas compañías en su conjunto constituyen un gran participante en el desarrollo de la política de defensa americana. Muchos de los fondos del presupuesto del DDD van destinados a estas firmas que son los encargados en gran parte de las labores de la producción de armamento y la investigación y desarrollo, entre otros. Por lo cual, esta industria de defensa juega un papel imprescindible para las fuerzas armadas…”
En la parte alta de la estructura del complejo militar están los ejércitos. Dice Pere Ortega, sobre la estructura de los ejércitos que controlan la industria militar de las naciones centrales, que son muy corruptos y que “en general, las fuerzas armadas son un estamento muy corporativo, endogámico y encerrado en sí mismo, lo cual ayuda a que se oculten sus irregularidades y miserias. Un estamento donde todo se resuelve en el interior de sus dependencias e intenta que nada trascienda al exterior, y muy especialmente a los medios de comunicación, para evitar la crítica. Por otro lado, el estamento militar es muy patriarcal y jerárquico, el subalterno sólo puede obedecer y su opinión vale poco o nada ante la autoridad del mando superior. En el caso español, a diferencia de otros países democráticos, hay que añadir una cuestión muy preocupante…”.
En el caso de EU, dice Alic, citado por Lorden: “En cuanto a la estructura del DDD, se puede ver que se basa en un sistema jerárquico y dividido entre varios subdepartamentos y agencias. El personal que ocupa los cargos son tanto los propios militares como oficiales civiles. En total son alrededor de 80.000 personas que trabajan en el DDD donde hay una ratio de un militar por cada nueve civiles (Alic, 2014).5 Respecto a los primeros, de todos los cargos militares que hay en el departamento generalmente empiezan ocupando los más inferiores (Alic, 2014). Estos militares que ocupan los puestos más altos tienen mucha discreción a la hora de elegir cuales de los que trabajan en los cargos más bajos pueden ascender. Dado esta discrepancia se ha establecido una cultura de conformidad donde dominan ideales alineados con el fomento del CIM (Alic, 2014). Esta conformidad también aplica a los civiles que trabajan en el DDD donde por lo general sólo ocupan posiciones inferiores a los militares”.