SESA un Ejercicio de Imaginación que no Requiere Mucha Imaginación

Por Leticia Alamilla Castillo

Una de las añejas prácticas dentro de la política en nuestro país es, lo que yo calificaría como una especie de culto a la personalidad de hombres y mujeres que han tenido la habilidad de colocarse, por méritos propios, por compadrazgos, por suerte, por accidente, por herencia familiar o por actos de corrupción en una posición dentro del gobierno, en un sindicato, al frente de alguna institución educativa o, en un espacio político, etcétera, etc., y que buscan mantener el poder a toda costa.

En la historia de nuestro país hay un cúmulo de ejemplos que ilustran con extraordinaria claridad, la necesidad que han experimentado hombres y mujeres de mantener el poder. Uno de los ejemplos más cercanos a la memoria de las/los mexicanos, que constituye un interesante pasaje de la historia contemporánea, es el del “Jefe máximo”, quien gobernó nuestro país de 1924 a 1928. Si, Plutarco Elías Calles, es el prototipo de muchos políticos mexicanos que al concluir su responsabilidad institucional, se constituyen como individuos con poderes fácticos. Lo hizo al colocar a tres presidentes, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y a Abelardo L. Rodríguez quienes estuvieron de ornato en el cargo ya que, quien verdaderamente gobernó este país, despachaba detrás de la silla presidencial.

Tlaxcala

En Tlaxcala se replica el fenómeno y podríamos hacer analogías interesantes, además, estoy totalmente segura que, quienes lean estas líneas, podrían dar ejemplos mucho más ilustrativos que los que yo misma pueda aportar.

La tentación de seguir tomando decisiones aun cuando se ha concluido el cargo, debe ser tan “excitante” para algunos/as, que hacen todo lo posible para mantenerse omnipresentes.

Ejercicio de imaginación que no requiere mucha imaginación

Valdría la pena hacer un ejercicio de imaginación que no requiere de mucha imaginación con el caso del sindicato de la Secretaría de Salud de Tlaxcala, en el que se ha mantenido en el poder una mujer que se ha convertido en un claro ejemplo de las formas más oscuras de hacer política.

Se trata de la actual diputada, la priista Blanca Águila, quien ha ocupado el cargo como dirigente del sindicato de la Secretaría de Salud (SESA) durante décadas y quien se ha fortalecido gracias a la complacencia de los gobiernos casi todos los colores.

Hoy, las circunstancias políticas han cambiado para ella y existe un intento por democratizar ese sindicato que, definitivamente,  es una clara muestra de la falta de transparencia en el manejo de los recursos de los agremiados sindicalizados.

La actual legisladora ha movilizado a los trabajadores de la SESA para oponerse abiertamente a la determinación del gobierno federal a la implementación y operación del programa IMSS-Bienestar en esta entidad. Quienes hemos seguido los acontecimientos identificamos las artimañas que ha empleado para mantener el control del sindicato. Es claro que ve en la transición, un peligro latente.

El año pasado  generó un conflicto que se fue diluyendo al paso de las semanas. En esa ocasión, se resistió al cambio de institución bancaria para el pago de la nómina de los miles de trabajadores de la dependencia. Se dedicó a realizar reuniones para convencer o amedrentar y firmar un documento que se opusiera al cambio.

Es el momento

Tal vez es el momento preciso para demostrar que los/las tlaxcaltecas que pertenecen al sector salud están hartos de las conductas antidemocráticas que prevalecen en ese sindicato. No es posible que persista la impunidad en ese sector.

Está podría ser la oportunidad de poner sobre la mesa la discusión los efectos negativos de la prevalencia de los poderes fácticos en ese sindicato y prestemos atención en la importancia de fortalecer la democracia en todos los ámbitos de la vida de las/los tlaxcaltecas.

A pie de página

Hay que mantener la atención en cómo se va desenvolviendo el tema de la elección en el sindicato de la Secretaría de Salud, podrían emerger formas creativas e innovadoras o bien, las mismas artimañas de antaño para mantener el control. Ojalá no.

Correo electrónico: leticiaalamillacastillo@gmail.com

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